La inflación es un aumento generalizado en los precios de los bienes y servicios de una economía durante un periodo de tiempo.
La subida de precios provoca la pérdida de
poder adquisitivo de los ciudadanos. O dicho de otra manera, si hay inflación
significa que con el mismo dinero podremos comprar menos cosas que antes. Por
ejemplo, si el precio de las naranjas es de 2$ el kilo, una persona con 10$ puede comprar 5 kilos, pero si el precio sube a 2,5$ ya sólo podrá comprar 4
kilos.
Es un fenómeno que ocurre en casi todos
los países, de hecho, los bancos centrales siempre tratan de que en su país
haya algo de inflación, normalmente entre el dos y el tres por ciento. Si no
hubiera inflación, los precios bajarían (deflación), que es el temor de
cualquier responsable económico de un país. La deflación puede ralentizar el
consumo y el crecimiento económico.
Cuando hay inflación descontrolada en una
economía, es muy difícil distribuir nuestros ingresos, planear un viaje, pagar
nuestras deudas o invertir en algo rentable, ya que los precios, que eran una
referencia para asignar nuestro dinero de la mejor manera posible, están
distorsionados.
Para evitar esto, es necesario saber a qué
ritmo aumentan los precios y aplicar medidas para frenar este aumento. Para
ello se tiene Índice de Precios al Consumo (IPC), que consiste en un indicador
económico que mide periódicamente la variación que experimentan los precios de
un conjunto de productos, en relación con el periodo anterior. Este conjunto de
producto es lo que se le conoce como "la cesta de productos de una
familia".
Definir las causas por las que se produce
la inflación es un proceso complejo. Algunos expertos subrayan tres causas
importantes:
- Debido a la demanda
- Debido a la oferta
- Inflación estructural, debido a causas sociales
0 Comentarios